Nadie aprende en cabeza ajena dicen por ahí... muchas veces es cierto y por más que tratemos de estar atentos a todos los detalles, no estamos exentos de equivocarnos, y es así como quiero compartir mi historia, una historia frecuente, porque a muchos les ha pasado, y sobre todo en el estado de la Florida, USA, donde este tipo de situaciones es el pan nuestro de cada día, una historia, simple, pero dolorosa para mi, porque es mi historia, una historia trivial pero ojalá sirviera de luz para otros...
Una historia triste porque además, una vez más deja muy mal parado el gentilicio venezolano, cuando uno sale, al menos, gente como yo, piensa siempre dejar en alto el nombre de Venezuela, procura hacer las cosas bien y demostrar que no todos somos iguales, pero siempre viene un vivo criollo a desvanecer ese esfuerzo y abusar de tu buena voluntad...
A donde vaya seguiré haciendo las cosas bien, siendo íntegra, responsable y consciente, siempre actuaré en base a la ley y de buena fe, del resto que se encargue Dios...
El día 09 de enero de 2017, recién llegada de Venezuela, con la sensibilidad a flor de piel y un montón de sueños, acudí a las instalaciones del Concesionario Premium Cars of Miami LLC, los encontré en las redes sociales, y tenían muy buena publicidad, parecían confiables, te ofrecían ayuda y además, venezolanos, así que fui con ellos, con la intención de adquirir
un vehículo usado, mediante un crédito bancario. Adquirí un Hiunday Elantra 2014.
El Sr. Reynaldo Brito, el vendedor del mencionado concesionario fue muy
expedito en gestionar y negociar con la institución bancaria ACC Automotive Credit Corporation, el
precio del carro y las condiciones del crédito.
El Sr. Reynaldo me indicó que el carro estaba en perfectas condiciones, que
no tenía ningún choque, que yo era la segunda dueña del automóvil y que la
garantía del mismo aún estaba vigente porque tenía 51000 millas para el momento
de la compra. Me indicó que me habían financiado el vehículo con x cuotas de $x
cada una, con un Down Payment o inicial de $3.000,00.
Es importante acotar que yo no hablo inglés, por lo tanto y ante la
ausencia de un traductor, confiando en la explicación del Sr. Reynaldo, firmé
los documentos (en inglés) que me indicó firmar
Antes de salir del establecimiento el Sr. Reynaldo me entregó las llaves
del carro, una hoja con las indicaciones de la transferencia de la placa, le
pregunté si eso era todo, me indicó que si, que tanto el banco como la
aseguradora me enviarían por correo regular la póliza del seguro y la forma de
pago del crédito.
En ningún momento recibí copia del contrato del carro, aun cuando el mismo
dice que el dealer está en la obligación de hacerlo, no me fue mostrada de
manera oportuna la Guía de Compradores tal como lo indica la Ley de la Florida,
tampoco me fue mostrado de manera explícita en papel o en computadora, el
reporte del Carfax del carro, ni el reporte de Autochek por el que se rigen las
subastas de los carros, reportes que garantizan las verdaderas condiciones del
mismo, claro yo no sabía que esto era necesario, pues desconocía cómo funcionan las cosas en este país.
El día lunes 19 de junio me dirijo a conversar con el Sr. Reynaldo sobre
las posibilidades de vender el carro con la finalidad de saldar la deuda con el
banco y no tener pendientes, el me indica que no puedo hacer eso, que me van a
reportar con inmigración, chantaje y amedrentamiento,
amparado en mi desconocimiento de la ley, así mismo me aconseja que le deje el
carro a mi hermano, (a quién también le vendió un vehículo con un daño que prometió subsanar, y sigue con el mismo problema) sin hacer cambio de documentos, que él lo siga pagando a mi
nombre lo mismo que la póliza del seguro, que eso no traerá problemas para
nadie, esa propuesta me pareció deshonesta y peligrosa, por lo que seguí
indagando qué podía hacer a fin de tener
todo en orden.
Tanta negativa por parte del Sr. Reynaldo me pareció capciosa, en un país donde puedes devolver desde una computadora hasta un pantalón usado y te devuelven el dinero, tienes que estar atada a un carro???
El día 27 de junio fui al concesionario Carmax, amablemente me atendieron y
ofrecieron ayudarme, comprarme el carro, para que pudiera cumplir con el banco
y finiquitar la situación, pero en el reporte del Autochek encuentró
información importante que yo desconocía por completo, el carro
ya había tenido 5 dueños, y había tenido un accidente donde hubo daño
estructural importante del vehículo. Si bien es cierto, el carro funciona
perfectamente, es un carro chocado, con muchos dueños, condiciones que bajan su
precio a la mitad de su valor real, y que, de haberlo sabido en su momento, sin
duda alguna, NO hubiese comprado.
Ante esta situación sorpresiva y molesta, porque fui engañada,
pagando un carro por un valor, resulta que vale la mitad de lo acordado y en
vista de no tener ninguna documentación que sustentara las condiciones iniciales
de la compra del carro, solicité al banco me enviara una copia del contrato.
Al recibir dicho contrato, veo que no se indica de ninguna manera las
condiciones del carro, sólo las condiciones de pago del crédito, por lo tanto,
desconozco si el banco está al tanto de esta situación irregular.
Así mismo pude constatar el altísimo cobro por concepto de dealer fee,
precio que excede al cobrado regularmente en este tipo de negociación, y que,
además, tampoco me fue detallado y explicado oportunamente. Pagué casi 1000$ cuándo lo regular es no pagar más de 500$.
Me dirigí al dealer el día miércoles 06 de julio para indicarles que me
hicieron una venta fraudulenta y que ya no quería seguir con el carro, el Sr.
Reynaldo fue sumamente grosero, negó que el carro estuviera en malas
condiciones, comenzaron a temblarle las manos y a gritar que si el carro funcionaba bien de qué me quejaba, que el haberme
ocultado esa información, no era importante, y que si yo quería lo denunciara,
porque era su palabra contra la mía, que me iba a demandar a mí por llamarlo
mentiroso, y me botó del establecimiento amenazándome con llamar a la policía.
Solicité al ACC el día 10 de julio, que evalúe la posibilidad de seguir
trabajando con una empresa cuya moralidad queda en entredicho, tomando en
cuenta que la premisa de la cultura norteamericana castiga severamente la
mentira y la deshonestidad, y por esa misma razón les comuniqué mi decisión de
hacer una reposición voluntaria del vehículo, esa misma noche, ellos mandaron a una persona autorizada, a retirar el vehículo en mi lugar de residencia.
LLamé a varios abogados para saber qué se podía hacer, pero, como es un solo caso, no es atractivo, si salen más personas engañadas como yo, entonces si vale la pena hacer una demanda... no sé si reír, o llorar...
Por si desean conocer más del concesionario, aquí están sus datos, pero mosca, aunque nadie aprende en cabeza ajena, guerra avisada, no mata soldado!